No sabe cómo se llama pero, como también ha traído semillas de esta flor para que las plantemos en nuestra clase, miramos la etiqueta y así conocemos el nombre: dondiego de día.
Esta flor tiene la peculiaridad de abrirse durante el día y cerrarse al atardecer, o incluso si no le da el sol durante el día.
Esto es algo que les llama mucho la atención.
Inmediatamente se pone manos a la obra y planta las semillas en una macetita.
Los pasos a seguir son los de siempre:
Llena el tiesto de tierra.
Echa las semillas de dondiego.
Vuelve a poner un poquito de tierra encima.
Finalmente la riega.
Una vez más, habrá que tener paciencia para ver cómo va creciendo... ¡pero ya estamos acostumbrados!
¡Muchas gracias a la familia de Miguelillo por esta aportación!
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