Como Álvaro ya nos habló del teléfono hace sólo unos días, aún recordábamos algunos detalles.
David: Un teléfono.
Yo: ¿Y para qué sirve?
David: Para hablar con alguien que está muy lejos.
Yo: ¿Y tú has hablado alguna vez con alguien que estuviera lejos?
David: Sí, con mi abuela que está en Francia de viaje. Se llama Nieves y es la mamá de mi mamá.
Víctor: ¿Y qué le dijiste?
(David se encoge de hombros).
Yo: ¿Recordáis cómo se llamaba el señor que lo inventó?
Álvaro: Graham Bell.
Yo: ¿Y quién recuerda cómo se llamaba el inventor de la bombilla que nos trajo Rubén?
Varios: Edison.
Gina: ¿Y el de las gafas?
Manu: ¡Lomo!
Yo: No, también se come pero no es lomo.
Rubén: Bacon, y era monje. Y cuando se murió salió otro hombre diciendo que él había inventado las gafas pero sus amigos dijeron que no, que era mentira.
David: Claro, porque sus amigos ya sabían que se había muerto.
Yo: Sí señor.
Ismael: ¿Y cómo se llama el que inventó la tele?
Víctor: Baird
Yo: Muy bien. A ver, David, cuéntanos cómo se utiliza este teléfono que has traído.
David: Uno se pone en la oreja y otro en la boca.
Melani: Tiene que estar estirado.
Yo: ¿Quieres probar y hablar con alguien?
David: Sí, con Manu.
Las conversaciones han sido muy escuetas en general. Después, en el trabajo por rincones, han charlado un poco más.
A algunos les costaba recordar que tenían que ponerse el vasito en la boca para hablar y en el oído para escuchar.
Nos hemos acostumbrado a la comodidad de los teléfonos modernos y, ¡hay que ver lo que nos cuesta volver a lo antiguo!
Muchas gracias a la familia por trabajar el invento en casa.
Si nos queréis ver probando este invento, pinchad sobre la foto:
Para ver los dibujos que hemos hecho después de vivir la experiencia, haced click sobre la imagen:
6 comentarios:
Que buena memoria tienen!! Recuerdan los nombres de muchos inventores, incluso en inglés.
Son la caña!! Se acuerdan perfectamente de lo que les cuentes.
Es cierto, Pablo. ¡Y los pronuncian de lujo!
De vez en cuando también sueltan algún Lomo en vez de Bacon...
Ni siquiera se dieron cuenta de la gracia de la respuesta, pero yo me tuve que reir porque fue buenísimo y, ¡totalmente espontáneo!
Sí, Ana. Y a Rubén, concretamente, no creo que se le olvide en mucho tiempo la historia del monje que se murió y llegó otro diciendo que había inventado las gafas... ¡nos la ha contado ya un montón de veces!
Es genial, estupendo trabajo.
uy que mentirosillo es mi David.... jajaj ni su abuela está en Francia ni ná de ná.... me parto! Yo no sé lo que tiene mi niño con ese país, igual es un mensaje subliminar para que lo lleve a disney, jeje.Con Luisa pasó igual, me dijo que se iba a Francia o a Fuengirola.... Bueno por lo menos habla, que es lo importante. Un beso a todos....
Pues nada, Noelia, a ir echando dinerito en una hucha para que a la criaturita se le quite esa espinita...
Y, desde luego, hablar sí que habla. Quédate tranquila.
Besos
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