viernes, 31 de diciembre de 2010

TRABAJAMOS EL PLANO

En clase trabajamos mucho el espacio, algo esencial para ir ordenando nuestras cabecitas.

Durante el primer trimestre de 4 años hemos tenido nuestros primeros contactos con el plano y ha sido una experiencia estupenda con la que hemos aprendido a manejarnos en él.
Primero lo hacemos con el plano de nuestra clase, dibujado en un gran papel continuo.
En él vamos señalando dónde están las ventanas, la puerta, la mesa de la seño, el ordenador, la biblioteca, los caballetes...
Después lo hacemos en papel:



Otro día trabajamos el plano del pasillo de nuestra planta, donde se comunican las clases de 4 y 5 años.
También empezamos en papel continuo y en gran grupo vamos señalando dónde está cada aula, la barandilla, las escaleras, el cuarto donde duerme Cheeky monkey (el monito bilingüe de la seño Mayú)...
Cuando no tenemos algo muy claro, nos ayudamos unos a otros. Siempre estamos dispuest@s a echarnos una mano:


Desde casa, con la ayuda de las familias, hacemos un plano de nuestro dormitorio para explicárselo a los demás:


Utlizamos lo aprendido para llevarlo a nuestro proyecto sobre la Prehistoria.
Al fin y al cabo, ¿cómo se orientaban los hombres y mujeres primitivos?
No sabemos si utilizaban los planos... pero seguro que les hubiera resultado muy útil.
Aprovechando que estamos en otoño vamos a degustar frutos secos, pero primero hay que recolectarlos.
¡No hay nada como un buen plano para saber dónde están!
El clan que entra ese día en la cueva debe descifrarlo para obtener su recompensa:


El "tesoro" con los frutos secos está escondido en alguna de las clases de nuestro pasillo. Una vez que saben cuál es, van allí y la seño les da alguna pista para encontrarlo:


Cuando el clan vuelve a nuestra clase, nos cuenta a los demás cómo ha ido la búsqueda:


Finalmente llega la recompensa: el clan entra en la cueva y disfruta de los manjares recolectados:

jueves, 30 de diciembre de 2010

RINCÓN DE PLÁSTICA

En este rincón hacemos un poco de todo.
Lo principal es que desarrollamos nuestra creatividad, dando rienda suelta a nuestra vena artística y consiguiendo producciones únicas y originales.
En ocasiones, las actividades plásticas las hacemos en gran grupo, enriqueciéndonos aún más con las aportaciones de los demás.
Nuestra 1ª pintura rupestre la hicimos con ceras en papel continuo.
Al principio no nos atrevíamos a empezar... pero pronto nos fuimos lanzando:


Después nos animamos a hacer pinturas rupestres con témperas sobre folios y papel continuo.
También pintamos nuestras manos en positivo y en negativo, igual que hacían los hombres primitivos:


Creamos nuestras propias caretas.
Mezclamos la pintura para hacer el color de la piel del leopardo y utilizamos el naranja para la piel del tigre, según lo escogen libremente.
Utilizamos el rodillo para cubrir la cartulina y cuando está seca pintamos las manchas o las rayas según el animal.
Por último, sólo queda recortar la forma de la careta y picarle los ojos y la nariz.
¿Por qué vamos a comprar las cartulinas que imitan pieles si las podemos pintar nosotr@s mism@s? ¡¡¡Es mucho más divertido y creativo!!!


Y también modelamos con plastilina: escenas de caza, arcos con flechas, mamuts...


Un día vino la mamá de Paula para ayudarnos en nuestro taller de cerámica. Hicimos vasijas de arcilla como hacían en la Prehistoria. ¡Somos unos auténticos artistas!
Muchas gracias por tu ayuda, Gloria.



LA VIDA EN LA PREHISTORIA

Aprendemos las costumbres de la vida en la Prehistoria y luego las "vivimos" en nuestro tiempo libre por rincones.
Formamos nuestros propios clanes y les ponemos nombre: Los mamuts, Los tigres, Las jirafas, Los rinocerontes y Los leones. Cada día le toca a uno entrar en la cueva, de esa manera los organizamos mejor y esperamos con muchas ganas el ansiado momento.
La única norma imprescindible para entrar en ella es no llevar calzado para que no se rompa el suelo de papel (norma que deciden ell@s, siendo muy aceptada por todo el mundo).
Si alguien no quiere disfrazarse para entrar en la cueva, no pasa nada. Hay que respetar el deseo de tod@s.
Nos encanta el juego simbólico que desarrollamos en este rincón: intentamos hacer fuego chocando piedras o frotando palos (¡lo hacen con tantas ganas que no sé cómo no lo han conseguido!), seguimos haciendo pinturas rupestres en la pared de la cueva, compartimos los frutos recolectados e intentamos abrirlos como podemos... en ocasiones procuramos comunicarnos sólo con gestos, como hacían los primeros humanos... ¡pero es tan difícil!
Sin embargo, lo más importante son los lazos que se establecen entre nosotr@s con este viaje en el tiempo donde compartimos experiencias y cariños.



miércoles, 29 de diciembre de 2010

ALTAMIRA

Decidimos hacer una cueva en nuestra clase. De una manera o de otra, tod@s participan en su "construcción" y decoración.
Desde ese momento la clase se llamará, cómo no, Altamira. No podía ser de otra forma...



martes, 28 de diciembre de 2010

NUESTRAS PIELES

Decidimos hacer nuestras propias pieles para decorar el pasillo y colocarlas en la entrada de nuestra cueva, así no entrará tanto frío...



LA CAZA SIEMPRE LES DA PENA

A esta edad, niños y niñas suelen ser grandes amantes de los animales.
Cuando contamos un cuento siempre se ponen de parte del más débil, del indefenso, del más tierno (cerditos, cabritillos, niñas con caperuzas rojas… frente al malvado y feroz lobo que amenaza con sus fauces, relamiéndose).
Cuando en nuestro proyecto sobre la Prehistoria hablamos de las distintas formas de alimentarse, les inquieta el tema de la caza.
No les gusta que los animales sufran y se compadecen siempre de las presas.
En un principio, no logran comprender por sí solos el funcionamiento de la cadena alimenticia.
Necesitarán un empujoncito y un poco de aliento para ir aceptando, poco a poco, que es un proceso natural, tanto como la vida y la muerte.
Al ser un tema del que hablamos en nuestra clase y que vivimos de cerca por estar tan inmersos en la vida y costumbres de nuestros antepasados, el tema de la caza les afecta mucho más.
No es lo mismo vivirlo y hablarlo en el aula, que verlo de pasada en cualquier documental sin comentarlo con nadie.
Así es como afrontan, por primera vez, la caza del mamut y la del bisonte después de leer uno de los libros que aportan las familias desde casa:







Elías: Pues le tiraban lanzas y piedras al mamut para que se muriera.
Andrea: Pero a mí me da pena que se muera.
Víctor: Y a mí. Pero es que si no los mataban no se los podían comer.
Manu: Claro, y entonces se los comían los mamuts a ellos.
Andrea: (mirándome y restregándose los ojos) Pero es que a mí me da mucha pena que se muera, seño.
Yo: Ven aquí a mi lado, Andrea, y dame un abracito.
(Enseguida se calma, aunque no se separa de mí ni me suelta la mano).
Yo: Andrea, y si no mataban a los animales, ¿cómo crees entonces que se los iban a poder comer?
Andrea: No sé, pero podían comer otras cosas.
Elías: Podían comer frutas y plantas y así no tenían que matar a los animales.
Andrea: ¡Eso!
Víctor: ¡Sí, pero es que los hombres primitivos tenían que comer de todo!
Ismael: Pero podían comer mamuts y matarlos sólo un poquito para que no les salga sangre.
(Silencio)
Yo: Y, ¿podían comer peces?
En general: Síííí.
Elías: ¡Pero a los peces también los tienen que matar!
Ismael: Sí, pero no les “salen” sangre.
Víctor: Pues yo creo que sí, porque la sangre la tienen por dentro y también se le sale.
Yo: No olvidéis que los hombres primitivos tenían que comer para poder vivir, igual que los demás seres vivos. ¿Vosotr@s creéis que eran mal@s porque cazaban animales para comer?
(El foro está dividido…)
Yo: ¿Os acordáis de las veces que hemos hablado de los animales salvajes que tienen que cazar para vivir?
En general: Síííí.
Yo: ¿Y son malos por eso? ¿Es malo un león porque caza un ciervo para comérselo? ¡Es que tiene que comer para vivir! Nosotros también comemos carne, ¿no?
Elías: Sí, pero no tenemos que cazar ni matar animales.
(Ahí quería llegar yo…)
Marina: ¿Y cómo se mueren?
Ismael: Pues se mueren solos.
Víctor: O de viejecitos.
Adam: Pues yo creo que los matan los cazadores, así, con la escopeta (hace el gesto).
Marina: Y a los cerditos también los matan para hacer los jamones.
Yo: ¿Y acaso no son también seres vivos las lechuguitas, los melones y las zanahorias cuando los cogen de la huerta para que nos los podamos comer?
Elías: Sí, y los árboles también son seres vivos. Por eso tú siempre nos dices que no arranquemos las hojas ni las ramas porque les hacemos daño.
(Bieeen, parece que sirve de algo mi batalla continua…)
Yo: Claro, porque ellos no pueden llorar ni gritar, pero también les duele. ¡Igual que cuando a nosotr@s nos tiran del pelo!
David: ¡Pues entonces no vamos a poder comer de ná!
Yo: Sí que podemos porque si no nos moriríamos. Lo que debemos intentar es que los seres vivos sufran lo menos posible, pero eso a veces es muy difícil…

Estoy satisfecha con la conversación.
Han salido a relucir dudas y temores contenidos, y eso siempre es bueno.
Con sinceridad y delicadeza se puede hablar de cualquier tema con ell@s, siempre que se haga desde el respeto y el cariño.
Y ésta, sin ninguna duda, ha sido una conversación que nos ha unido a todo el grupo.